Los funcionarios tienen una serie de ventajas a la hora de solicitar una hipoteca, como mejores condiciones y tipos de interés. Estas condiciones se deben a que el banco considera que los funcionarios son un perfil más solvente y con menos riesgo de impago.
Otra de las ventajas que tienen los funcionarios a la hora de solicitar una hipoteca es que no necesitan presentar un aval. En el caso de los autónomos o trabajadores por cuenta propia, el banco suele exigir un avalista que se haga responsable del pago de la hipoteca en caso de impago.
Para solicitar una hipoteca como funcionario, lo primero que tienes que hacer es reunir todos los documentos necesarios. Entre ellos, deberás presentar la nómina, un certificado de empleo o contrato laboral, la declaración de la renta o un certificado de vida laboral.
Una vez que tengas todos los documentos, sólo tienes que acudir a la entidad bancaria que elijas y solicitar la hipoteca. En algunos casos, el banco te pedirá que contrates otros productos, como un seguro de vida o de hogar, pero no estás obligado a contratarlos.