Para contratar una caja de seguridad en un banco es necesario ser cliente de la entidad y, por lo general, tener una cuenta corriente abierta. Aunque cajas de seguridad se ofrecen en la mayoría de los bancos, los requisitos para contratarlas y el coste de alquiler y mantenimiento pueden variar.
En algunos bancos es necesario contratar un seguro de caja de seguridad, mientras que en otros el propio banco se hace cargo de la seguridad de las cajas. El coste de las cajas de seguridad también puede variar en función del tamaño de la caja y de la ubicación del banco. Algunos bancos ofrecen cajas de seguridad en sus sucursales más grandes y en otras ubicaciones, como aeropuertos y estaciones de tren, por un coste adicional.
Para contratar una caja de seguridad, normalmente es necesario rellenar un formulario de solicitud y, en algunos casos, presentar un documento de identidad. En algunos bancos también es necesario contratar un seguro de caja de seguridad, que cubre los daños causados por incendio, robo o vandalismo. El seguro de caja de seguridad suele ser opcional y el coste varía en función de la entidad y el tamaño de la caja.