La ayuda de alquiler es una prestación económica que cubre el pago del alquiler de una vivienda habitual y que se concede a aquellas personas que no dispongan de medios económicos suficientes para hacer frente al mismo. Esta prestación se otorga en función de los requisitos de renta y de la situación familiar del solicitante.
Para acceder a esta prestación, el solicitante deberá ser arrendatario de la vivienda donde vaya a residir y que ésta se encuentre en un estado adecuado para habitarla, es decir, que cuente con todos los servicios básicos (agua, luz, gas, etc.) y cumpla con las normas de habitabilidad. Asimismo, deberá ser propietario de la vivienda o estar en posesión de un contrato de arrendamiento en vigor.
Los requisitos de renta para acceder a esta prestación son los siguientes:
Para calcular los ingresos mínimos vitales y mínimos generales per cápita se tendrán en cuenta los ingresos totales de la unidad de convivencia, es decir, todos los ingresos por cualquier concepto percibidos por los miembros de la familia que convivan en el hogar. Se excluyen, por tanto, los ingresos en especie (como la ayuda en especie de vivienda o las prestaciones en especie de carácter sanitario).
Para conocer el importe de la ayuda de alquiler que se podrá percibir, se deberá tener en cuenta el importe del alquiler de la vivienda y el número de miembros de la unidad de convivencia. El importe de la prestación se determinará en función de estos dos factores y no podrá superar el límite máximo establecido para cada año.