Para ser un autónomo familiar colaborador se requiere, en primer lugar, ser mayor de edad y estar empadronado en la misma vivienda que el titular. También se debe estar dado de alta en la Seguridad Social como trabajador por cuenta propia, estar al corriente de sus obligaciones fiscales y, por supuesto, no estar exento de prestación por desempleo.
En segundo lugar, y aunque no es un requisito imprescindible, se recomienda que el colaborador familiar tenga una certificación profesional que acredite sus conocimientos en la materia en la que va a trabajar. De esta forma, el titular de la empresa podrá estar tranquilo de que está contratando a una persona competente y cualificada.
Por último, el colaborador familiar debe tener en cuenta que, si bien es cierto que la relación laboral con el titular de la empresa es de colaboración, y no de subordinación, debe cumplir con las órdenes y las instrucciones que éste le dé, puesto que es su jefe y, en última instancia, es quien manda en la empresa.