Los requisitos para el arraigo son los siguientes:
- Debe haber una situación de peligro inminente para la víctima o testigo, que ponga en riesgo su vida, integridad física o psíquica o su libertad.
- La situación de peligro debe ser debidamente comprobada por la autoridad judicial.
- El arraigo debe dictarse mediante resolución judicial motivada.
- La decisión de arraigo debe notificarse inmediatamente a la persona afectada.
- El arraigo debe limitarse al tiempo estrictamente necesario para proteger la vida, la integridad física o psíquica de la víctima o testigo, y en todo caso, no podrá exceder de seis meses.
- La persona sometida a arraigo debe ser tratada con dignidad y respeto a sus derechos fundamentales.
El arraigo es una medida cautelar que consiste en restringir la libertad de movimientos de una persona, con el objetivo de protegerla de una amenaza concreta y debidamente comprobada. Se trata, por tanto, de una medida excepcional que sólo se puede aplicar en situaciones en las que exista un peligro inminente y debidamente comprobado para la víctima o testigo. El arraigo debe dictarse mediante resolución judicial motivada y debe limitarse al tiempo estrictamente necesario para proteger la vida, la integridad física o psíquica de la víctima o testigo, y en todo caso, no podrá exceder de seis meses.